Los labios están continuamente expuestos a los agentes climáticos, que favorecen la rápida pérdida de agua en la piel, ocasionando sequedad.
Para conseguir unos labios perfectos hay que tener buenos hábitos, rutinas de hidratación y nutrición.
Los labios están constantemente expuestos a las agresiones de los agentes externos, pero también son el reflejo de otras situaciones como algunos fármacos o bien la deshidratación.
Mantenerlos en buenas condiciones y repararlos cuando están secos o agrietados favorece no solo una buena apariencia sino también el confort.
Labios secos y cortados
Los labios y el rostro son de las pocas zonas del cuerpo que están continuamente expuestas a la agresión de los agentes externos climáticos: el frío, el viento, el calor, la polución, el sol, etc.
Además, hay que tener en cuenta que la piel de los labios no tiene las mismas características que el resto de la piel de la cara, ya que es mucho más fina con una mínima cantidad de glándulas sebáceas,
responsables de la secreción de los lípidos (grasas) que protegen la piel, entre otras cosas, de la deshidratación.
Los labios son escasos en melanina haciéndolos vulnerables a los efectos de la radiación solar. Estos motivos son las principales causas de los labios secos o cortados.
Causas de la sequedad labial
Diferentes factores pueden agredir a la fina piel de los labios y causar los típicos labios cortados:
Factores climáticos como el frío o el calor: estos dos fenómenos favorecen la rápida pérdida de agua en la piel de los labios ocasionando sequedad.
Cambios repentinos de temperatura: es un fenómeno que favorece la deshidratación.
Los sistemas de calefacción y aire acondicionado: al resecar el ambiente y disminuir la humedad ambiental, afecta a la delicada piel de los labios.
El tabaco: el contacto del cigarrillo con los labios contribuye a secarlos. La mejor opción, por tu salud, es dejar de fumar.
Carencias vitamínicas: una mala alimentación con carencias en la ingesta de alimentos ricos en vitaminas A, B y C pueden ocasionar deficiencias de estos nutrientes y favorecer la sequedad cutánea.
Uso inadecuado de cosméticos en la zona labial con formulaciones muy agresivas.
Tratamientos farmacológicos como los que pueden prescribirse para el acné, la radioterapia o la quimioterapia.
Respirar constantemente por la boca.
Humedecer constantemente los labios con saliva: este acto reflejo consigue el efecto contrario, produciendo más deshidratación y una posible irritación del labio debida a los componentes de la saliva.
Cómo evitar la sequedad labial
Para evitar que se resequen se deben seguir unos buenos hábitos, rutinas de hidratación y nutrición.
Un buen bálsamo labial.
Beber los líquidos suficientes para mantenerse bien hidratado, así como seguir una dieta rica en frutas y verduras pueden ser unos buenos aliados.
Los climas secos, los ambientes que usan aire acondicionado y calefacción no ayudan demasiado.
En estos casos, usar un humidificador puede ser muy útil.
Evitar morderlos, tirar de las pieles levantadas, mordisquear objetos o tocarlos con los dedos.
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