En tiempos como estos, con el beat del reggaetón dominando charts y preferencias juveniles, una banda de rock en toda la regla como Foo Fighters parece una rareza.
Pero fue precisamente, esa condición, de pieza de rock aceitada para festivales, lo que justifica de pleno derecho la inclusión de la banda capitaneada por Dave Grohl.
Siendo el cierre del primer día en que Lollapalooza Chile volvió a funcionar.
El combo ya tiene una historia con la versión chilena del evento.
Estuvieron en Lollapalooza 2012, ocasión en que cerraron la jornada del domingo 1 de abril, pero regresaron en 2015, en un extenso show en solitario de tres horas en la Pista atlética del Estadio Nacional.
Y durante la noche cerrada del Parque Cerrillos, con millenials y generación Z como grandes protagonistas, los rockeros ofrecieron un espectáculo en que hacen gala de su extenso repertorio y sus eternas ganas de no tomarse muy en serio a sí mismos.
Desde marzo, la banda comenzó una serie de shows fuera de Estados Unidos, cuyas primeras presentaciones se registraron en Australia y México.
La presentación en Chile marca el inicio del tramo sudamericano que tendrá otras paradas en Buenos Aires, Asunción, Bogotá, y Sao Paulo
Con el siempre juguetón Dave Grohl al frente, la banda ofreció un set muy similar al que interpretó en sus últimos shows.
En que pasaron clásicos de la era MTV como Times likes these -la que abre-, Learn to fly, Breakout, This is a call, además de la siempre poderosa All my life, y otros cortes.
A estas ineludibles, se le suman un puñado de temas de Medicine at midnight, su último álbum publicado el 5 de febrero 2021 -por el que obtuvieron tres nominaciones al Grammy-, en que trabajaron una propuesta decididamente más transversal y de vibra positiva, según Grohl, como una forma de superar el drama de la pandemia.