Los seres humanos pensarán que las huellas de las manos y los pies tienen relación, se parecen o tienen similitud, pues las huellas dactilares son una de las grandes características de las personas para su identificación y, por ende, para su control.

Ellas son únicas para cada individuo, cada vez, de hecho, dependemos más de ellas. No obstante, cuando hablamos de huellas parece que siempre nos referimos a las mismas. ¿Qué pasa con las de los dedos de los pies? ¿Se parecen a las huellas de nuestras manos, son tal vez iguales? Entonces, ¿podría la policía hacer identificaciones utilizando estas huellas dactilares?

Además, existen varios casos en la historia de la criminología donde llegaron a confundir al culpable por sus huellas. En 1952, en Escocia, por ejemplo, un ladrón irrumpió en una panadería y dejó la huella de la suela de su zapato en los restos de harina que había en el suelo.

Asimismo, meses después, el mismo lo volvió a hacer en un almacén, pero esta vez se quitó los zapatos para no ser identificado.

Pero resulta que llevaba los calcetines rotos, así que la policía pudo utilizar las huellas de los dedos de los pies como prueba en su contra.

Aunque los gemelos comparten muchas características, la huella dactilar no es una de ellas. Esto se debe a que los dibujos de la huella no están totalmente determinados por la información de los genes, que es la que comparten los gemelos idénticos.

Por tanto, son las llamadas huellas palmares las que la policía y otras autoridades pueden utilizar como parte de sus investigaciones. No obstante, aunque los pies pasen más desapercibidos, hay otras partes del cuerpo que también se usan para el mismo fin, como la red venosa, el ojo (iris y retina), la forma de la mano y hasta el canal auditivo.

Crédito de imagen principal vía Public Domain Pictures

Share This