Basada en un best seller, destapa una trama de revelaciones por redes sociales, tensiones criminales y sexuales, Alguien está mintiendo tiene todo para ser un exito.
“El culpable es el showrunner”, bromeó en 2021 Darío Madrona, productor de TV y co-creador de Élite, el drama y thriller sexual juvenil con furor recurrente en Netflix.
El español se refería a su nuevo rol de productor-autor-mandamás de otra serie juvenil -ahora en inglés- con crímenes, tensión sexual y secretos cruzados, que Netflix estrena este viernes 18 de febrero: Alguien está mintiendo.
El showrunner es el mayor responsable y el que tiene la culpa de todo lo malo que pasa -prosiguió Madrona-. Acá un estudiante es asesinado y otros cuatro son sospechosos. Esta serie es más dura que Élite porque trata acerca de las repercusiones de las mentiras”.
Lo expone bien la síntesis argumental de Alguien está mintiendo: “Un castigo escolar reúne a cinco estudiantes muy distintos. Pero un homicidio -y los secretos- los mantendrán unidos hasta que se resuelva el misterio”, promociona Netflix.
Un bidón tóxico
Alguien está mintiendo transcurre en el ficticio instituto secundario Bayview y, por el castigo, los cinco se deben quedar en un aula después de hora. Pero uno de ellos, Simon, justamente el que contaba los secretos de todos a través de una App, bebe agua de un bidón, sufre una reacción alérgica y muere delante de los demás.
La policía dice que no fue un accidente: le pusieron algo tóxico en el vaso. ¿Fue alguno de los cuatro, por venganza? Sino, ¿qué esconden o saben ellos?
El showrunner Darío Madrona no inventó la trama: proviene del best-seller homónimo de la estadounidense Karen M. McManus (One of Us Is Lying), de 2017, y, tras el éxito originan en la plataforma de streaming Peacock TV (de la mega-cadena NBC), Netflix no sólo adquirió la serie sino que anunció su renovación para una segunda temporada ya antes del estreno de este viernes.
¿Logrará replicar o generar, mínimamente, la adicción culposa o gozosa que genera Élite? Seguro esté entre las ficciones más vistas de Netflix los primeros días. Pero, ¿será vista en modo maratón como Élite?
Las comparaciones no son erradas. En la primera temporada de Élite (2018) todo giraba a los secretos y mentiras alrededor del asesinato de la adolescente que interpretaba María Pedraza (también estrella de La casa de papel y de Toy Boy, ambas en Netflix).
Algunos tópicos son similares a los de Alguien está mintiendo: diferencias sociales y culturales, robos, drogas, acosos y, sobre todo, los usos sospechosos de las redes sociales.
El colegio secundario norteamericano Bayview no parece tan elitista como el privado español Las Encinas, de Élite, pero las otras conexiones son innegables. De hecho, se deben al mismo género de oscuros dramas juveniles escolares.
Todos tenían motivos para odiar al muerto
En Alguien está mintiendo la intriga se va a redoblar tras la muerte del imbancable Simon Kelleher (Mark McKenna). Todos tenían motivos para odiarlo porque revelaba online los secretos ajenos mediante la App que él mismo había creado, acompañado por su amiga, la impopular y perturbadora Janae (Jessica McLeod).
Los cuatro sospechosos en “Alguien está mintiendo”. Los actors son Annalisa Cochrane, Chibuikem Uche, Nate Macauley y Marianly Tejada.
Aunque pocos sabían que Simon era un alérgico severo al maní, del que hallaron restos en el vaso que tomó al azar en el aula, frente a los otros cuatro castigados. ¿Qué era lo más grave que podría haber destapado con su App? O sea, ¿quién lo había asesinado y por qué?
Habrá que llegar al octavo episodio de Alguien está mintiendo para saberlo. El primero arranca con velocidad (quizá, demasiada en las primeras escenas) y va hallando su tono a medida que explora a cada sospechoso principal, y a cada personaje secundario, más allá del cliché inicial con que se introduce a cada uno.
El giro se verá cuando sigan desnudándose secretos en la App de Simon. “Todos lo odiaban a él”, razonan los cuatro. “¿Pero quién nos odia a nosotros? ¿Quién maneja ahora su App”.
Adelaide Prenttis (Annalisa Cochrane, ya vista en Cobra Kai) es la rubia porrista con algo que ocultar. La morocha de origen latino Bronwyn Rojas (conocida por Orange is The New Black) competía con el muerto, Simon, para ser la mejor de la clase. El deportista negro Cooper Clay (Chibuikem Uche, también con buen currículum) no es tan superficial y sufre por lo que no se anima a decir.
Y Nate Macauley (Cooper van Grootel), con pinta de rockero grunge, tiene mala reputación por vender sustancias a compañeros, pero su historia es la más rica, quizá, junto con la de Simon y la de Bronwyn. Y sus performances actorales los despegan del resto.