La segunda intentona de hacer despegar Starship, el colosal cohete de la empresa SpaceX ha resultado en la pérdida del vehículo tras apenas tres minutos de vuelo. El vehículo ha acabado desintegrándose y estrellándose sobre aguas del Golfo de México.
Tres minutos sobre el golfo. Todo parecía ir correctamente: Starship, el buque insignia de la empresa aeroespacial capitaneada por Elon Musk se alzaba desde su lanzadera en Boca Chica, Texas, después de la cuenta atrás.
Tras dos minutos de vuelo llegaba el momento de apagar los motores de la primera fase y realizar la separación del vehículo principal. En lugar de eso, el cohete ha comenzado a girar sobre sí mismo hasta estallar, presumiblemente de manera controlada.
¿Y ahora qué? No puede decirse que esto sea una gran sorpresa.
Estamos acostumbrados a ver a la empresa estadounidense realizar sus avances por ensayo y error, aunque la prueba cancelada del lunes invitaba a pensar que existía la posibilidad de que esta vez el ensayo transcurriera con más cautela.
En cualquier caso, el propio Elon Musk, CEO de SpaceX, advertía hace unas semanas de que las probabilidades de éxito eran del 50%.
Ha sido el propio Musk el que también ha señalado que tendremos que esperar unos meses antes de la siguiente prueba.
“[Hemos] aprendido mucho para el próximo lanzamiento de prueba en unos pocos meses”, explicaba en Twitter.
Investigar lo ocurrido.
El primer paso será averiguar qué es lo que ha salido mal. Las imágenes captadas durante el breve vuelo de la nave mostraban apagados al menos cinco de los 33 motores Raptor que impulsan a la primera etapa del vehículo, Super Heavy.
Si bien el vehículo cuenta con el suficiente empuje como para no depender de un encendido pleno de los motores, el número de motores encendidos podría no haber sido suficiente para compensar los fallos.
Esto podría haber hecho que el cohete no alcanzara suficiente altura para proceder a deshacerse de su primera etapa e iniciar la maniobra de separación.
Nada más perder el vehículo, la empresa ya hablaba de la necesidad de iniciar la “operación de rescate”.
Cualquier información podrá ser valiosa para aprender de los errores.
Nuevos vehículos (casi) listos para rodar. SpaceX cuenta con diversos prototipos de Starship y su primera fase, por lo que, la empresa podrá realizar las correcciones necesarias en estos vehículos y poner en marcha de nuevo los engranajes para el nuevo despegue.
Al menos si no hay fallos graves de diseño que requieran de cambios estructurales en los prototipos.
Para lo que están los ensayos. A diferencia del vuelo inaugural del Space Launs System, que llevaba a bordo una misión lunar, el primer vuelo de Starship era un ensayo.
Cabe recordar de nuevo que tanto el vehículo principal Starship como la primera etapa, Super Heavy, requirieron numerosos ensayos antes del éxito.
Habría sido un logro alcanzar un éxito al primer intento, pero el hecho de haber logrado que el colosal cohete levantara el vuelo ya supone una proeza en sí.
Años de trabajo que no han sido en balde.
Eso sí, habrá que esperar todavía para ver como la nave de SpaceX pulveriza numerosos récords en la exploración espacial.
Imagen principal vía el confidencial