El Lip blushing se trata de una nueva forma de tatuaje de labios para aportar volumen y mejorar el tono con naturalidad.
Desde que el mundo es mundo, los labios han sido una parte central en cualquier maquillaje. Son, junto a la sombra de ojos, los responsables de aportar la nota de color y sin maquillar los que elevan un look natural, potenciando su color y jugosidad.
Por eso, cada vez son más las técnicas que aparecen para hacer que nuestros labios se vean más carnosos, jugosos y, en definitiva, sean el centro de atención.
Pero lejos de nuevas tendencias y trucos para maquillar el labio, la última técnica para aportarle un plus es el Lip blushing.
O lo que es lo mismo, aportar rubor a los labios.
Pero no, no se trata de añadir un roque rosa o efecto labio mordido a cualquiera de nuestros looks de belleza, sino de tatuar el labio, pero no tal y como lo conocemos, usado para perfilar el labio.
De esta forma se aporta al labio un tono más rosa e iluminado de forma semipermanente, que crea un resultado más natural al estar hecha la tinta sin base de carbono, que termina volviéndose azul
“El Lip blushing o Lip tint tattooing es un enfoque más tópico y natural del tatuaje tradicional de labios del pasado.
Los tonos naturales de pigmento orgánico se usan en el color deseado y se aplican con una máquina de tatuaje cosmético”, ha concedido Amy Jean, experta en la técnica a la edición australiana de Harper’s Bazaar.
Así, esta técnica no solo mejora el color del labio haciendo que olvides tus labiales en el neceser, sino que también mejora la forma y crea sensación de más volumen y jugosidad gracias a la pigmentación.
Esta, como también señala la experta, deberá elegirse comparándolo con el tono de piel, pelo y lo dramático que suela ser nuestro maquillaje, asegurándonos de que sea un tono natural para que no se produzca hiperpigmentación.
Aunque esto también depende de si queremos cambiar la forma del labio o dar más profundidad, ya que no solo hay una forma de aplicarlo:
“Se puede abordar cualquier problema relacionado, como la asimetría o agregar ancho al labio fino o a los labios cóncavos.
También se puede optar por un contorno más fuerte con un color graduado, que se desvanecerá en el centro de los labios para dar la ilusión de una mayor volumen”, cuenta al medio Amy.
Aún así, esta pigmentación habrá que retocarla cada cierto tiempo, ya que se irá perdiendo y no siempre será suficiente con una sesión.
De hecho, se aconseja dejar pasar cuatro u ocho semanas y repetir el tatuaje.
Y es que el tono se asentará y se hará más natural cuando el tatuaje cicatrice y se caiga la capa externa de la piel del labio.
A pesar de que, como ya hemos dicho, nuestros pintalabios pasen a mejor vida con esta técnica, el resultado se puede potenciar aplicando gloss para añadir jugosidad o bálsamo labial para hidratarlos.
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