A los 83 años murió la histórica cantante Tina Turner en Zúrich, Suiza, país en el que residió en sus últimos años. “Con ella, el mundo pierde a una leyenda de la música y un modelo a seguir”, señaló un portavoz de la artista en un comunicado en el que se informa que la estrella “murió de forma pacífica”.
En diciembre del año pasado, Tina Turner había sufrido la pérdida de su hijo Ronnie, a los 62 años, quien luchó contra un cáncer de colon.
Se trató de la segunda tragedia que impactó fuertemente a la cantante en relación a sus hijos. En 2018, Craig, se quitó la vida a los 59 años.
En sus redes, Tina Turner escribió sobre Ronnie: “Abandonaste este mundo demasiado pronto. Con pesar cierro mis ojos y pienso en vos, mi amado hijo”.
En cuanto a Craig, el primogénito, se suicidó a comienzos de julio de 2018 en su casa, en Studio City, California, de un disparo en la cabeza.
Era el hijo que la cantante había tenido fruto de su relación con el saxofonista Raymond Hill, y a sus 18 años. Luego, la estrella comenzó su tormentosa relación con Ike Turner, con quien se casó en 1962.
En 2020, Tina publicó sus memorias, La felicidad nace de ti, en donde repasó los momentos más difíciles de su vida.
“La lista es larga: una infancia infeliz, el abandono, un matrimonio violento, una carrera estancada, la ruina económica, la muerte prematura de miembros de mi familia y múltiples enfermedades”, expresó la estrella en la introducción a su libro, en el que recordó su infancia atribulada.
“Mi madre, Zelma, era cariñosa con mi hermana, pero conmigo era distinta. Yo sabía que nunca me había querido.
Esa es una carga pesada para una niña”. En efecto, su progenitora la abandonó para vivir en la ciudad, por lo que la artista fue criada por su abuela.
Asimismo, su prima Margaret, quien era incondicional con ella, murió muy joven en un accidente.
Su vida sufrió otro embate cuando falleció su abuela y Tina se dispuso a empezar “un nuevo capítulo”, por lo que se mudó a Saint Louis.
Allí fue donde conoció a Ike Turner, con quien entabló, en primera instancia, una gran amistad. La propia artista lo definió como su alma gemela y su relación se oficializó con una boda en Tijuana, dos años después del nacimiento de Ronnie.
La relación con Ike Turner, un verdadero calvario
El vínculo con Turner fue tortuoso para la cantante. “Me cambió el nombre de Anna Mae Bullock por el de Tina Turner al principio de nuestra relación, a pesar de mis protestas”, contó Tina, quien reveló haber sido físicamente maltratada por su primer esposo.
“Los labios rotos, los ojos morados, las articulaciones dislocadas y la tortura psicológica se convirtieron en parte de mi día a día”. En ese contexto, su fama ascendía, pero su vida privada sufría en consecuencia.
“La presión intensificó las inseguridades de Ike y aumentó su consumo de drogas, con lo cual sus accesos violentos se hicieron más frecuentes. En 1968, estaba tan deprimida y abatida que no podía pensar con claridad”, confesó.
“La idea de ser una persona ‘fuerte’ no necesariamente me gusta”, declaró la actriz en la entrevista que brindó desde ese hogar con vista al lago de Zúrich que tanta paz le daba.
“Tuve una vida terrible. Y yo seguí. Uno sigue y espera que llegue algo. Y llegó esto”, manifestó Turner señalando su entorno, satisfecha con el lugar en el que se encontraba libre de imposiciones:
”No canto. No bailo. No me arreglo. No tengo que vestirme”, expresaba una de las leyendas de la música que dejó un imborrable legado y que vivió los últimos años de su vida bajo sus propias reglas.
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