Durante mucho tiempo se ha creído que las bebidas alcohólicas no aportan ningún beneficio a nuestra salud; pero una copa de vino al día si.

Es por eso que te compartimos información de cómo una copa de vino,junto a una dieta balanceada pueden aportarnos grandes beneficios si lo consumimos de manera moderada.

Se dice que, en la antigua Grecia

Homero (antiguo pensador griego) describía a los vinos del norte de Grecia como “dulces como la miel”.

Hoy por hoy, además de que el vino es tan dulce como la miel, es un excelente antioxidante y un aliado para nuestra salud cardíaca.

Estudios realizados por la Universidad de Castilla y la Mancha (España) y el CIBEROBN

(Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición, del Instituto de Salud Carlos III).

Pero, ¿Por qué el vino tinto?

 Bueno, esto se debe a que posee características antioxidantes, anticancerígenas y analgésicas que a la larga trae resultados positivos en torno a tratar enfermedades cardíacas o cardiovasculares.

Inclusive, el vino tinto es rico en polifenoles como el resveratrol:

un componente con alta concentración de antioxidantes que evita la formación de coágulos y de lipoproteínas de baja densidad, que es igual al colesterol malo.

Los datos curiosos del vino

Otro dato curioso acerca del vino tinto es el hecho que los consumidores habituales y no tan habituales de esta bebida,

presentan una mayor concentración de ácidos grasos de Omega 3, “de acuerdo al estudio INMIDIET,

realizado por la Universidad Italiana Católica”, el cual permite un correcto funcionamiento de nuestro organismo.

Además de poseer cualidades que generan un efecto positivo en la salud,

la buena noticia también es que su sabor lo hace una bebida excelente para maridar con carnes rojas, quesos, pastas, ensaladas y una gran variedad de alimentos.

Los estudios asocian la mejora de memoria con el consumo moderado de vino porque desata procesos que mejoran la conexión neuronal y la refuerzan, con lo que previene problemas relativos al cerebro.

El vino tiene un montón de antioxidantes que previenen el envejecimiento de las células y, por lo tanto, de una serie de enfermedades degenerativas cuando se consume de forma diaria.

Ahora bien, la próxima vez que degustes una copa de vino tinto, recuerda que además de estar disfrutando del sabor de esta bebida y mejorando tu experiencia gastronómica, estás contribuyendo a tu bienestar.

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