Un nuevo trabajo de investigación sugiere que las enfermedades bucales pueden afectar a la salud del cerebro. Así lo determina una revisión bibliográfica publicada en ‘Frontiers in Psychiatry‘ y realizada por la Universidad Complutense de Madrid (UCM).

Concretamente, este análisis señala que este tipo de patologías pueden actuar como indicadores de riesgo en los trastornos de ansiedad y depresión.

Se trata de una correlación curiosa que pone el foco en la salud mental.

Hay que tener en cuenta que previamente se han realizado numerosos estudios con respecto a la microbiota intestinal y la salud mental. Sin embargo, la mitrobiota oral ha sido menos analizada en relación a la salud del cerebro.

Enfermedades bucales y salud del cerebro

La investigadora del Departamento de Farmacología y Toxicología de la UCM, Stefanie Malan-Müller, explica que «podemos deducir que la relación entre las enfermedades periodontales y la ansiedad y la depresión es compleja, ya que no sólo una mala salud mental suele traducirse en una mala salud periodontal, sino que ahora una mala salud periodontal también puede ser un factor potencial de riesgo para desarrollar síntomas de ansiedad o de tipo depresivo».

En concreto, las enfermedades periodontales afectan a tejidos de soporte de los dientes y se dividen en dos grupos.

Por un lado encontramos la gingivitis (solo afecta a encías) y por otro la periodontitis (afecta al resto de tejidos).

Tanto las enfermedades periodontales como los trastornos del cerebro relacionados con la exposición al estrés comparten la existencia de altos niveles de inflamación.

Es decir, tienen esta característica en común.

Al respecto, la investigadora Stefanie Malan-Müller comenta que…

«Por lo tanto, si ambas afecciones están presentes, puede producirse un bucle de retroalimentación de aumento de la inflamación y empeoramiento de los síntomas».

Evidencias en el estudio

Los investigadores analizaron los diferentes mecanismos que permiten a las bacterias y a las toxinas de origen bacteriano de la cavidad oral llegar directamente al cerebro.

Así, uno de estos mecanismos es el incremento de la permeabilidad a nivel periodontal.

La principal investigadora argumenta que de esta manera, bacterias, toxinas bacterianas o mediadores de inflamación pueden entonces extenderse sistémicamente, alcanzar el cerebro y activar el eje del estrés.

En la revisión también se enumeran algunas de las intervenciones y terapias para mejorar la salud periodontal.

Es necesario aclarar que en la actualidad no existen investigaciones experimentales en humanos que examinen hasta que punto el tratamiento de la periodontitis afecta en los resultados de la salud mental.

No obstante, la investigadora Stefanie Malan-Müller indica que…

«…está claro que el tratamiento de las enfermedades periodontales favorece la salud oral al reducir los niveles de inflamación, y nuestra hipótesis es que esto también podría traducirse en una mejora de los síntomas de la salud mental«.

En base a estos análisis, los investigadores también sugieren a las personas con ansiedad y depresión realizar visitar regulares al dentista para una revisión de la salud periodontal, y viceversa.

Es decir, que los pacientes con periodontitis controlen su salud mental.

Crédito de imagen principal vía: Pixabay

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