Ayer el Xiaomi Mi 11 se presentó globalmente, siendo el primer buque insignia de la marca china para este 2021 (con la intriga de si habrá o no Pro). Se trata, pues, de uno de los principales móviles de la gama alta de este año y, como ya hemos podido probarlo, os contamos nuestras primeras impresiones del Xiaomi Mi 11.

Se trata de un móvil con pantalla de 6,8 pulgadas y una estética peculiar en algunos aspectos, aunque encajando modas como el agujero en pantalla o la curvatura como ahora veremos. Destaca también por ser el primero en llevar el Snapdragon 888 de Qualcomm, así que sin más dilación os contamos qué tal ha ido la toma de contacto.

La pantalla que debe tener un buque insignia, las opciones que debe tener cualquier móvil

En nuestro caso hemos probado la versión en tono azulado (estando también disponible en blanco y en negro). Se trata de un tono bastante llamativo por el reflejo que hace la luz, siendo una trasera mate que por ese acabado pierde la adherencia de traseras en brillo como la del OnePlus 8T, pero que tampoco resbala en exceso.

Bisel del Xiaomi Mi 11

Bisel del Xiaomi Mi 11

El agarre es correcto por esto y por la forma que dibuja, siendo una trasera con mayor curvatura que la pantalla y ambas acabando en un fino borde metálico que contribuirá a la adherencia. No podemos hablar de móviles estrictamente pequeños con estas diagonales, pero al menos no es de los más grandes que hemos probado y en este sentido no llama la atención.

En la presentación prometían que la trasera resistía a las huellas dactilares, pero aunque aún no lo hemos usado varios días ya anticipamos que esto no es así.

La trasera se llena fácilmente de huellas, algo que no pasa en otros móviles con este tipo de acabado como el Huawei P40 Pro.

El módulo de las cámaras traseras es llamativo, pero como preveíamos no sobresale tanto como en el Samsung Galaxy S21 Ultra, sino de manera muy parecida a lo que vemos en el iPhone 12 Pro Max. Comentar que se regala una funda transparente con el móvil y que nos puede servir para proteger la trasera, aunque el borde es tan fino que no acaba de quedarse fija a los lados.

En cuanto a la pantalla, hablamos de un panel Super AMOLED de 6,81 pulgadas y resolución WQHD+. Tanto esto como la tasa de refresco a 120 Hz tendremos que activarlo en los ajustes, los cuales hay que decir que son muy completos y que permiten configurar el panel muy a gusto del usuario.

Aunque nos falta probarlo en más situaciones, por ahora creemos que la pantalla está a la altura de lo que se espera de un buque insignia de 2021 en cuanto a nitidez, contraste y brillo. No viene demasiado saturada de fábrica (sí un tanto fría), pero como hemos dicho esto podemos ajustarlo posteriormente eligiendo espacio de color, tono y contraste entre otros.

Algo a destacar es que podemos mantener la tasa de refresco y la máxima resolución a la vez, y de hecho esto es lo que desde ya recomendamos. Habrá que ver cómo afecta esto a la autonomía, pero sin siquiera jugar ya se aprecia lo bien que le sienta a MIUI 12 (aún no MIUI 12.5) una alta tasa de refresco.

Un procesador que demuestra poder con todo y una fotografía prometedora

Como decíamos al inicio, este Xiaomi Mi 11 se encarga de estrenar el Snapdragon 888 y de ser el primero en ponerlo en acción en nuestras manos. Lleva 8 GB de RAM, la única opción disponible en este smartphone, una RAM que no es la máxima que encontramos en Android pero que ha demostrado ser más que suficiente para dar buena experiencia.

Hemos tratado de hacer un uso variado y probar apps con distinto nivel de exigencia, desde las más ligeras a las que tienden a comprometer algo más el hardware, y por ahora no hemos detectado ningún problema o limitación que parezca originarse en los componentes.

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