La miniserie documental se basa en el derrotero de Sarma Melngailis, dueña del restaurante neoyorkino favorito de los famosos, Pure Food and Wine, quien comienza a cometer fraude desde que conoce a un extraño hombre; ya se puede ver en Netflix

Sarma Melngailis siempre tuvo un aura especial. Cada persona que compartía al menos un instante con ella sigue dando fe de ello, a pesar de todo.

Desde el modo reconfortante de dirigirse a un interlocutor a esa mezcla de carisma e introspección, la mujer que dejó el mundo de la economía para dedicarse a la gastronomía tenía todo para estar en la cima.

Y por un tiempo, lo estuvo.

En 1994 ya tenía dos títulos, uno de ellos, de la prestigiosa Escuela de negocios Wharton, de Pensilvania

En 2004, Sarma empezó a cumplir sus sueños con la apertura de un restaurante que, en esa época, era considerado revolucionario.

Pure Food and Wine proponía la experiencia de disfrutar la mejor comida cruda vegana, probar ricos cocktails.

Todo en un pequeño pero cálido espacio de Manhattan, donde Sarma era la chef estrella y anfitriona, pero en el que también brillaban sus colaboradores.

De la administradora a la sous-chef, todos conformaban una familia unida por el liderazgo de Melngailis.

Quien siempre hacía hincapié en el valor de la buena energía, que podía hallarse en uno de sus platos o bien en la manera en la que hacía sentir cómodos a sus comensales.

El “boca a boca” posicionó a Pure Food and Wine como uno de los “hot spots” para quienes estaban buscando comida vegana de calidad.

Pero también una filosofía de vida que estuviera ligada a esa experiencia cuando todavía no era tildada de cool o hipster.

Por lo tanto, no sorprendió que el Newsletter de la empresa de Gwyneth Paltrow, Goop, lo haya mencionado como uno de los restaurantes imprescindibles de Nueva York.

Lo mismo hicieron publicaciones como Forbes y New York Magazine.

 

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